112-Cococho.

La belle Avignon llego porque si, instantánea,
vous savez que votre parfum est familier et proche de la visite,
(vos sabes que tu aroma conocido y cercano está de visita)
que fue lo que te trajo,
cuando posaste en tus vísceras este deseo,
belle llegaste plena desnuda, niña, sanguínea y vital,
tanto como vos misma en una contradicción joven,
tout a fe la invitación,
cercana en el andén,
sin retorno en el callejón,
vampiro incierto vienes con tu sangre entregada,
languidece mi esperma por el llanto,
urgencias del desamor,
y vos aquí tout a fe.

Ella era una hija de las circunstancias,
otro camino la guío a los márgenes,
joven de buena educación,
mil veces amada, nunca besada,
abrumada por un tiempo vertiginoso ya vivido,
le llegaba desde un sentido vacío la mañana,
de destino certero.

El vértigo del desamor y su genitalidad brutal,
la hacían partícipe necesario,
ya sin encuentros solo trabajo,
dejo en un costado los recuerdos a cococho,
caballito feliz no para matarlo, si como resguardo,
algo la había conducido hasta esa habitación lejana,
para soñar con un placer celestial,
con sus juegos dulces una vez más espontáneos,
caballito de palo un placer nimio,
un amante perfecto y el agua.

Cayo del cielo,
estaba en un sueño,
y se fue, invito su vida a que la acompañe, y se fue,
mágica una aguja de derecha a izquierda,
enrarecida y placida dejo todo,
era el ultimo día,
para ella el primero y definitivo,
se derritió la nieve,
se subió y se agoto en desvelos,
sudo recuerdos nuevos presos por represión y continuó.

Y ahora carta abierta del insomnio,
incomprensibles y narcóticas esperanzas,
todo el perfume del descubrimiento,
y más abismo tout a fe.
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Cococho de Cualquiera por tomasuncafe-02/04/10.