8-El hongo.

Recuerdo a Luisito,
nos criamos juntos en una época distinta,
inocentes éramos victimas de nuestras fantasías formales de aldea,
universitarios a futuro,
el sin pensarlo devino en vitralista y vago,
cosa que nos surgió a todos,
por sobre el pensamiento superador o políticamente correcto,
en alguna conversación de aquellas,
sin principio ni fin ya adolescentes,
el argumentaba algo parecido a esto:
-mira todo cuanto nos rodea,
esta puesto ahí,
fue fraguado por un sentimiento intimo,
e inconfesable para nuestros adultos
e irreconocible para la mayoría de nosotros,
y es que todo lo hacemos por el hongo,
y todo lo hacemos para coger.
Hoy ya pasados los años no hago más que comprender aquella afirmación,
que en general pocos entendíamos,
y recordar que luego de buen sexo,
todo esfuerzo en vestir las circunstancias había sido justificado.


Ahora bien gracias a esta actualidad formidable
donde suponemos que la sensualidad no tiene que pagar disfraces,
colijo que el erotismo del que estoy rodeado,
y reavive mis deseos más íntimos e intestinos,
se encuadra en el placer perfecto.
Entonces porque furtivo o en clanes,
con plagas de cliché,
quizás el hongo sea marchito,
y se apodero de nosotros el mercado.
Tal vez como entonces no comprendí a tiempo.
Yo como las mayorías aquí deseo:
lamer, tomar, morder, gozar, cegar, penetrar, jugar, oler,
desvestir, vestir , ahondar, volver a lamer, succionar,
sin tener que preguntar nada más que a mi deseo,
sin exponer mis costados, no quiero mercadear nada,
y espero salir de esta trampa circular.
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El hongo de Conocer. ar, y ahora gotan por tomasuncafe-02/01/09...